Aperos
La espuela, básicamente, consta de 4 elementos bien diferenciados:
1. El cuerpo o arco: que a su vez consta de a) el arco propiamente dicho, que es el tercio curvo que ajusta el calcañar y b) las piernas que son los dos tercios que siguen los costados del pie. Casi en los extremos las piernas tienen un doble corte u ojal horizontal que permite el paso de las correas que sujetan la espuela al pie, pasando bajo la planta y sobre el empeine donde se ajustan con una hebilla.
2. El pihuelo o pigüelo, voz derivada de pihuela, que eran los grillos de hierro que se ponían a los prisioneros para trabarles los pies.
3. La rodaja, rueda de hierro de rayos independientes o púas o simple disco de borde dentado, calado o no, que era la parte para espolear al caballo.
4. Entre el arco y el pihuelo hay un elemento, que sirve de adorno, protección y también para sujetar allí las alzaprimas, cadenillas o cabrestillos, que son elementos que se utilizan para mantener una buena posición de la espuela. Este elemento consiste en un disco metálico, tangente al centro del arco, en cuyo centro se inserta el pigüelo.
Fernando Assunçao en su "Pilchas criollas", establece 2 variedades de espuelas: las nazarenas y las chilenas.
Nazarenas: de latón, hierro o de plata; posee un rodete grande de 5 a 8 cm. de diámetro, de borde liso u ondulado: generalmente toda su forma, labrados y caladuras, recuerdan a una rosa o un rosetón. El pihuelo es curvado hacia abajo, ancho y no muy largo, la rodaja puede ser de entre 5 y 10 cm., puede tener forma de rosa o de estrella con grandes radios o púas. Más frecuente el primer tipo en las de plata y el segundo en las de hierro. Las de plata protegen y adornan la rodaja con dos discos de plata, de chapa muy fina y lisos llamados "guardapolvos". Las alzaprimas eran de tiento (para las de hierro) o cadenas de plata (para las de plata).
Chilena: difundidas en Chile y Cuyo (en Argentina), consta del cuerpo o arco de hierro o acero, de sección semi-circular, con la cara plana hacia adentro y la convexa hacia afuera. El pihuelo, corto y recto, sin rodete. Se sostenían al pie con una ancha tira de suela repujada y una hebilla de plata. Las rodajas muy grandes, del tipo estrella con púas independientes hasta el eje. No tenían alzaprimas o cabrestillos.
Apero y recado tenían, primitivamente, el mismo significado: designaban al conjunto de piezas que constituyen el atalaje del caballo. Luego, mientras el primero (término ligado a los aperos de labranza de los primeros colonos) no cambió su valor, el segundo (término más culto para definir al conjunto de objetos necesarios para hacer ciertas cosas) pasó a definir a la prenda principal del apero: el recado, en el que se encuentran la brida y las sogas.
En la Provincia de Buenos Aires, al apero se de lo denomina recado; en Corrientes, Calcha y en Cuyo Avío.
En la Argentina se conocieron ocho clases principales de aperos, llamados lomillo ( o basto de cabezadas), bastos (o recado porteño), sirigote (o recado entrerriano), malabrigo (o montura correntina), recado cordobés, apero salteño, recado mendocino y montura malvinera (o cangalla chilena).
Conjunto de prendas (desde el lomo hacia arriba)
Sudadera: se utiliza para absorber el sudor del animal. Usualmente de tela o de un cuerito lanar de pelo corto, luego dos o tres mantas, jergas o jergones de tejido de lana. Además evitaban el roce de las prendas de cuero que lastimaran el lomo de la cabalgadura.
Carona "de abajo" o ijar (s. XVIII y primera mitad del XIX): cuero de vaca, crudo, con su pelo, cortado en rectángulo.
Manta de "entre caronas": para evitar el deslizamiento de piezas de cuero entre sí.
Carona: rectángulo de cuero curtido o suela, formado por dos mitades o alas cosidas por el lomo. Con las cutro puntas en ángulo o sólo las dos de atrás y se le repujaba, como adorno.
Lomillo: basto o recado propiamente dicho, equivalente a la silla de montar.
Todo el conjunto se sujeta al caballo con la cincha y para ablandar el asiento se colocan de uno a tres cojinillos (o pellones).
Sobrepuesto o manta de arriba.
Sobre cincha.: los estribos y estriberas van unidos al lomillo por una correa transversal, con dos anillos en los extremos.
Para evitar que el recado se corra hacia atrás se usa una prenda de correas de cuero llamada petral (am. pretal) o una pechera.
Como cincha se utiliza una cabezada simple, el freno fuerte o de candado y dos riendas. Un anillo o collar de cuero alrededor del arranque del cuello (fiador ocogotera) y prendido al anillo de hierro de éste, la manea y el extremo del maneador o cabresto atador. Más tarde se sustituyó el fiador por el bozal y el cabresto simple.
Apero chapeado (*)
Apero cuyas riendas, cabezadas, bozal y cabestro se adornan con bombas y pasadores - virolas - de plata o de plata y oro. También suelen ser de plata las copas del freno y la pontezuela, el pretal, los estribos y el mango del rebenque.
La espuela, básicamente, consta de 4 elementos bien diferenciados:
1. El cuerpo o arco: que a su vez consta de a) el arco propiamente dicho, que es el tercio curvo que ajusta el calcañar y b) las piernas que son los dos tercios que siguen los costados del pie. Casi en los extremos las piernas tienen un doble corte u ojal horizontal que permite el paso de las correas que sujetan la espuela al pie, pasando bajo la planta y sobre el empeine donde se ajustan con una hebilla.
2. El pihuelo o pigüelo, voz derivada de pihuela, que eran los grillos de hierro que se ponían a los prisioneros para trabarles los pies.
3. La rodaja, rueda de hierro de rayos independientes o púas o simple disco de borde dentado, calado o no, que era la parte para espolear al caballo.
4. Entre el arco y el pihuelo hay un elemento, que sirve de adorno, protección y también para sujetar allí las alzaprimas, cadenillas o cabrestillos, que son elementos que se utilizan para mantener una buena posición de la espuela. Este elemento consiste en un disco metálico, tangente al centro del arco, en cuyo centro se inserta el pigüelo.
Fernando Assunçao en su "Pilchas criollas", establece 2 variedades de espuelas: las nazarenas y las chilenas.
Nazarenas: de latón, hierro o de plata; posee un rodete grande de 5 a 8 cm. de diámetro, de borde liso u ondulado: generalmente toda su forma, labrados y caladuras, recuerdan a una rosa o un rosetón. El pihuelo es curvado hacia abajo, ancho y no muy largo, la rodaja puede ser de entre 5 y 10 cm., puede tener forma de rosa o de estrella con grandes radios o púas. Más frecuente el primer tipo en las de plata y el segundo en las de hierro. Las de plata protegen y adornan la rodaja con dos discos de plata, de chapa muy fina y lisos llamados "guardapolvos". Las alzaprimas eran de tiento (para las de hierro) o cadenas de plata (para las de plata).
Chilena: difundidas en Chile y Cuyo (en Argentina), consta del cuerpo o arco de hierro o acero, de sección semi-circular, con la cara plana hacia adentro y la convexa hacia afuera. El pihuelo, corto y recto, sin rodete. Se sostenían al pie con una ancha tira de suela repujada y una hebilla de plata. Las rodajas muy grandes, del tipo estrella con púas independientes hasta el eje. No tenían alzaprimas o cabrestillos.
Apero y recado tenían, primitivamente, el mismo significado: designaban al conjunto de piezas que constituyen el atalaje del caballo. Luego, mientras el primero (término ligado a los aperos de labranza de los primeros colonos) no cambió su valor, el segundo (término más culto para definir al conjunto de objetos necesarios para hacer ciertas cosas) pasó a definir a la prenda principal del apero: el recado, en el que se encuentran la brida y las sogas.
En la Provincia de Buenos Aires, al apero se de lo denomina recado; en Corrientes, Calcha y en Cuyo Avío.
En la Argentina se conocieron ocho clases principales de aperos, llamados lomillo ( o basto de cabezadas), bastos (o recado porteño), sirigote (o recado entrerriano), malabrigo (o montura correntina), recado cordobés, apero salteño, recado mendocino y montura malvinera (o cangalla chilena).
Conjunto de prendas (desde el lomo hacia arriba)
Sudadera: se utiliza para absorber el sudor del animal. Usualmente de tela o de un cuerito lanar de pelo corto, luego dos o tres mantas, jergas o jergones de tejido de lana. Además evitaban el roce de las prendas de cuero que lastimaran el lomo de la cabalgadura.
Carona "de abajo" o ijar (s. XVIII y primera mitad del XIX): cuero de vaca, crudo, con su pelo, cortado en rectángulo.
Manta de "entre caronas": para evitar el deslizamiento de piezas de cuero entre sí.
Carona: rectángulo de cuero curtido o suela, formado por dos mitades o alas cosidas por el lomo. Con las cutro puntas en ángulo o sólo las dos de atrás y se le repujaba, como adorno.
Lomillo: basto o recado propiamente dicho, equivalente a la silla de montar.
Todo el conjunto se sujeta al caballo con la cincha y para ablandar el asiento se colocan de uno a tres cojinillos (o pellones).
Sobrepuesto o manta de arriba.
Sobre cincha.: los estribos y estriberas van unidos al lomillo por una correa transversal, con dos anillos en los extremos.
Para evitar que el recado se corra hacia atrás se usa una prenda de correas de cuero llamada petral (am. pretal) o una pechera.
Como cincha se utiliza una cabezada simple, el freno fuerte o de candado y dos riendas. Un anillo o collar de cuero alrededor del arranque del cuello (fiador ocogotera) y prendido al anillo de hierro de éste, la manea y el extremo del maneador o cabresto atador. Más tarde se sustituyó el fiador por el bozal y el cabresto simple.
Apero chapeado (*)
Apero cuyas riendas, cabezadas, bozal y cabestro se adornan con bombas y pasadores - virolas - de plata o de plata y oro. También suelen ser de plata las copas del freno y la pontezuela, el pretal, los estribos y el mango del rebenque.
Montero Ivalú - Vera Verónica - Yañez Romina - Expresivas II - IFDC Villa Regina (8336)